A veces no decimos lo que sentimos seguido a aquellos que amamos, no amamos con frecuencia a aquellos que nos aman, no abrazamos cuando sentimos necesidad, no lloramos cuando tenemos sentimientos encontrados y esperamos a un mañana.
Porque mañana será otro día decimos, por que hay mas tiempo que vida dice el dicho.
Y al final, nos quedamos con esas palabras, con ese amor atrapado con esos abrazos no dados y esas lágrimas que no derramamos… todo esto para después… a ciencia cierta no sabemos si habrá un después ni que tantas oportunidades nos de la vida de tener otro día…
Yo siempre quise abrazarte y te abrazaré a distancia, con mis ojos cerrados llegaba hasta donde estabas, sintiéndome niña cada ves que tus palabras dulces me hablaban, y aunque no tuve la dicha de compartir tantos momentos contigo se que me amas tanto como yo a ti y sé que desde donde estás me mandas todo tu amor y tus bendiciones y por eso y mucho más, agradezco a Dios.
Te pensé por siempre, soñaba con el día que llegara para poder verte y decirte que me hiciste falta y no como reproche sino con el corazón lleno de gusto.
Gracias por darme vida junto con mi madre, gracias por todo el amor que me diste mientras estaba cerca, por procurarme y cuidar de mí como la luz de tus ojos.
Ya estás en paz, descansando, tranquilo y quiero gritar que soy feliz por haber tenido tiempo para saber de ti, saber que estabas vivo, escuchar tus palabras y disfrutar de tu risa.
Gracias por tu sonrisa y por esa mirada que me hacia sentirme como la niña aquella pequeña que anhelaba tu llegada.
Te amo papá descansa ya.
Autor: Tatiana Ramírez